Mis letras
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No suelo redactar alguna experiencia o pensamientos movidos por la inspiración, pero encontré en este caso una historia que merecía ser contada, una historia increíble, que si no hubiera visto con mis propios ojos no habría podido creer posible, conociéndome, habría pensando que era obra de uno de esos escritores frustrados que se sientan en un pequeño escritorio para buscar una apertura a una realidad distinta o simplemente tratan de huir de sí mismos, de cualquier manera, debo decir que en todos mis años estudiando el cerebro humano jamás vi nada semejante, pero será mejor que empiece por contar como inició todo.
Era un día como cualquier otro, un día normal de trabajo, dar consultas, recetar distintos fármacos, algunos necesarios algunos otros solo para calmar a las personas que no sabían que les pasaba, cuando entró un hombre desfachatado, lánguido y con un ligero aire perdido, tomó asiento y después de unos segundos murmuró, -Necesito de su ayuda-. Entonces como mi vocación demandaba le pregunté cuál era el problema, entonces dijo:
- Llevo una semana viendo cosas extrañas, a todos los lugares que voy, veo personas hablando, moviéndose, pero no puedo escuchar ni una sola palabra de su parte, tienen una figura definida pero son apenas visibles, parecieran.. hologramas, que repiten la misma escena una y otra vez, exactamente en el mismo lugar.
Cuando me disponía a contestar me interrumpió súbitamente.
- Estoy casi seguro de lo que sigue, usted me preguntará si uso drogas, tengo antecedentes de familiares esquizofrénicos o si es un poco más asiduo al ambiente paranormal, me preguntará si esto me ha pasado desde que era niño y si creo en fantasmas, le ahorraré la molestia, la respuesta es un concreto no a todas las opciones, no pueden ser espíritus, dado que es gente que yo conozco y muchos aún siguen vivos así que eso agota las posibilidades.
No voy mentir, llegado este punto lo tomé como un loco más, o tal vez un bromista muy ingenioso, la realidad es que todo lo que se me ocurrió fue pedirle que siguiera viniendo día a día y me contará exactamente lo que había visto, además de ordenarle los estudios correspondientes.
Pasaron dos días, cuando por fin llegó, parecía estar muy molesto y a la vez parecía que no estaba seguro de la manera en la que se sentía, tomó asiento y comenzó a contarme lo que había visto:
- Fue demasiado doctor, esto ya fue muy lejos, el día que vine a verlo solo había visto a mis padres discutir un par de veces en la cocina, y a amigos que solían visitarme sentados en los sillones con una copa o una cerveza en la mano, lo más triste que me había ocurrido fue ver a mi perro que murió hace años, lo veía acostado en el lugar de siempre, subía a mi cama a dormir en las noches, y cuando comía podía verlo con la cara que ponía cada vez que yo comía algo, fue triste sí, pero pude controlarlo..
- ¿Entonces qué pasó?, ¿por qué vienes tan agitado?
- No… no puedo ver nada más que a las mujeres de mi vida, y para ser sincero esto no representaría un problema, si no estuviera ella… ella, la única mujer que he amado, y es que no se siente como si estuviera viendo solamente las imágenes de una película, es como volver a vivirlo tan claro tan profundo, una y otra vez, cada pelea, en cada lugar en el que hacíamos el amor, en la ducha, en las mañanas cuando lo primero que veía era su sonrisa, incluso en los lugares que frecuento puedo verla venir hacia a mí, darme un beso en la mejilla y desvanecerse, pero no es real, o al menos eso creo… en realidad ya no estoy seguro de lo que está pasando, no, no puede ser real, ella se fue hace ya mucho tiempo.
- Tal vez lo que usted necesite es algún calmante, o algún analgésico para evitar un poco el estrés
- ¡Tú no entiendes! No sabes cómo es esto, ¡me está volviendo loco!, revivir momentos felices y momentos tristes al mismo tiempo, es más de lo que mi mente puede soportar, estos recuerdos… estos son más que recuerdos, son fragmentos de lo que lo que solía ser mi vida, de lo que he tenido que dejar atrás por llegar a ser la persona en la que me he convertido, es una contradicción casi mortal, se dice que se aprende de los errores, de las experiencias, pero la realidad es que solo tomamos lo que nos sirve, y nos deshacemos de los detalles, y esto… es insoportable, todo es nada, y lo que parecía definido ahora me parecen decisiones erróneas, mil y un dudas acechan ahora mi mente, y es, bueno, yo solo quiero saber lo que me pasa, dígame por favor que es lo que tengo, y , discúlpeme si le hable de manera inapropiada pero ya no sé ni quién soy.
- No es ningún problema, me he enterado de cosas muy íntimas de tu persona, creo que es justo que mínimo nos dejemos de formalidades- Le dije tibiamente
Entonces me dispuse a explicarle con amargura que el encefalograma y la resonancia magnética, no habían mostrado ninguna anomalía, era totalmente sano, y entonces le sugerí ser atendido por un psicólogo, porque yo no podía hacer nada al respecto; simplemente suspiró se dio la media vuelta y se marchó.
Pasó entonces un mes y no había sabido nada más de él, y yo ya no podía dejar de pensar en lo que me decía, su manera tan vehemente de describirlo, no podía estar mintiendo, pensar en vivir una vez más cada recuerdo que ha sido olvidado o reprimido, que tu vida se convierta en una incógnita del pasado, realmente me estremecía el solo imaginarlo, tal vez estaba siendo demasiado sensible, pero aún si hubiera aprendido a hacerse inmune a las emociones, es simplemente imposible que no se percatara de esta cruel jugarreta de la consciencia; mientras pensaba en esto una y otra vez vi una carta entre mi correspondencia habitual, pero estas no eran solamente deudas, tomé la carta, que rezaba el nombre del paciente, transcribiré ahora la carta tal y como fue redactada:
Agosto 2010
Mis cordiales saludos, tal vez te parezca extraño que yo, alguien casi desconocido te escriba para contarte lo que acontece en mi vida, pero si bien apenas y pudimos hablar un poco, noté que tú eras un poco parecido a mí, y que podías entender todas las sandeces que salían de mi desesperada boca, pues bien, debo anunciarte que tomé la decisión de escapar de la ciudad, de esos lugares repletos de sombras del pasado y del obscuro dolor que todo esto estaba causando en mi corazón, regresé a mi lugar de origen, aquí solo hay recuerdos de mi niñez, todo parece ser menos importante, todo fluye de una mejor manera, hasta me alegra un poco el tener un tiempo de descanso, o al menos pensaba que eso sanaría mi alma, pero me equivoqué doctor, si bien todos estos recuerdos de mi niñez ayudaron a que esto tan gris se tornará un poco azul, lo que es verdad es que me cuesta demasiado distinguir lo que es real de lo que no lo es, ¿y si esto es realmente vivir? Qué tal si yo perdí aquel engranaje o sistema en mi cerebro que permite que todas las demás personas puedan olvidar, que puedan seguir adelante con sus vidas, y estas cosas… estas imágenes, son realmente la representación de que no hay una realidad, ¿de que no existe tal cosa como el tiempo? Tal vez nosotros somos los hologramas, solo sombras moviéndose por destinos inciertos, por lugares que nos aseguramos como reales, si esto es vivir, si es así como seguirán siendo las cosas yo ya no puedo estar más aquí, necesito escapar, liberarme de estas ataduras, en fin, esto es una carta de despedida amigo mío, te deseo lo mejor, y espero que mi experiencia sirva para diagnosticar a otra persona que llegue con el mismo problema, suerte y que puedas vivir con tu pasado.
Baje entonces la carta y no pude evitar soltar unas cuantas lagrimas, no sé si compadecía a este hombre o solamente había causado en mí la impávida sensación de dudar de ti mismo, y de todo lo que sabes.
Quienes lean este documento, se preguntarán, ¿Cómo es que creí todo esto, sin siquiera tener una prueba como una fotografía o un vídeo, es bastante simple en realidad, hace ya un mes que veo a aquel hombre, apenas material, entrar a mi oficina y sentarse enfrente de mí, con los mismos ojos, pero sin decir una sola palabra, solo me mira fijamente con plena confianza de que soy solamente una sombra más de sus recuerdos, o tal vez, él es una sombra de mi mundo, creo que nunca lo sabré hasta que me libere de este mundo y pueda comprobar que esto es más que una enfermedad mental.
Era un día como cualquier otro, un día normal de trabajo, dar consultas, recetar distintos fármacos, algunos necesarios algunos otros solo para calmar a las personas que no sabían que les pasaba, cuando entró un hombre desfachatado, lánguido y con un ligero aire perdido, tomó asiento y después de unos segundos murmuró, -Necesito de su ayuda-. Entonces como mi vocación demandaba le pregunté cuál era el problema, entonces dijo:
- Llevo una semana viendo cosas extrañas, a todos los lugares que voy, veo personas hablando, moviéndose, pero no puedo escuchar ni una sola palabra de su parte, tienen una figura definida pero son apenas visibles, parecieran.. hologramas, que repiten la misma escena una y otra vez, exactamente en el mismo lugar.
Cuando me disponía a contestar me interrumpió súbitamente.
- Estoy casi seguro de lo que sigue, usted me preguntará si uso drogas, tengo antecedentes de familiares esquizofrénicos o si es un poco más asiduo al ambiente paranormal, me preguntará si esto me ha pasado desde que era niño y si creo en fantasmas, le ahorraré la molestia, la respuesta es un concreto no a todas las opciones, no pueden ser espíritus, dado que es gente que yo conozco y muchos aún siguen vivos así que eso agota las posibilidades.
No voy mentir, llegado este punto lo tomé como un loco más, o tal vez un bromista muy ingenioso, la realidad es que todo lo que se me ocurrió fue pedirle que siguiera viniendo día a día y me contará exactamente lo que había visto, además de ordenarle los estudios correspondientes.
Pasaron dos días, cuando por fin llegó, parecía estar muy molesto y a la vez parecía que no estaba seguro de la manera en la que se sentía, tomó asiento y comenzó a contarme lo que había visto:
- Fue demasiado doctor, esto ya fue muy lejos, el día que vine a verlo solo había visto a mis padres discutir un par de veces en la cocina, y a amigos que solían visitarme sentados en los sillones con una copa o una cerveza en la mano, lo más triste que me había ocurrido fue ver a mi perro que murió hace años, lo veía acostado en el lugar de siempre, subía a mi cama a dormir en las noches, y cuando comía podía verlo con la cara que ponía cada vez que yo comía algo, fue triste sí, pero pude controlarlo..
- ¿Entonces qué pasó?, ¿por qué vienes tan agitado?
- No… no puedo ver nada más que a las mujeres de mi vida, y para ser sincero esto no representaría un problema, si no estuviera ella… ella, la única mujer que he amado, y es que no se siente como si estuviera viendo solamente las imágenes de una película, es como volver a vivirlo tan claro tan profundo, una y otra vez, cada pelea, en cada lugar en el que hacíamos el amor, en la ducha, en las mañanas cuando lo primero que veía era su sonrisa, incluso en los lugares que frecuento puedo verla venir hacia a mí, darme un beso en la mejilla y desvanecerse, pero no es real, o al menos eso creo… en realidad ya no estoy seguro de lo que está pasando, no, no puede ser real, ella se fue hace ya mucho tiempo.
- Tal vez lo que usted necesite es algún calmante, o algún analgésico para evitar un poco el estrés
- ¡Tú no entiendes! No sabes cómo es esto, ¡me está volviendo loco!, revivir momentos felices y momentos tristes al mismo tiempo, es más de lo que mi mente puede soportar, estos recuerdos… estos son más que recuerdos, son fragmentos de lo que lo que solía ser mi vida, de lo que he tenido que dejar atrás por llegar a ser la persona en la que me he convertido, es una contradicción casi mortal, se dice que se aprende de los errores, de las experiencias, pero la realidad es que solo tomamos lo que nos sirve, y nos deshacemos de los detalles, y esto… es insoportable, todo es nada, y lo que parecía definido ahora me parecen decisiones erróneas, mil y un dudas acechan ahora mi mente, y es, bueno, yo solo quiero saber lo que me pasa, dígame por favor que es lo que tengo, y , discúlpeme si le hable de manera inapropiada pero ya no sé ni quién soy.
- No es ningún problema, me he enterado de cosas muy íntimas de tu persona, creo que es justo que mínimo nos dejemos de formalidades- Le dije tibiamente
Entonces me dispuse a explicarle con amargura que el encefalograma y la resonancia magnética, no habían mostrado ninguna anomalía, era totalmente sano, y entonces le sugerí ser atendido por un psicólogo, porque yo no podía hacer nada al respecto; simplemente suspiró se dio la media vuelta y se marchó.
Pasó entonces un mes y no había sabido nada más de él, y yo ya no podía dejar de pensar en lo que me decía, su manera tan vehemente de describirlo, no podía estar mintiendo, pensar en vivir una vez más cada recuerdo que ha sido olvidado o reprimido, que tu vida se convierta en una incógnita del pasado, realmente me estremecía el solo imaginarlo, tal vez estaba siendo demasiado sensible, pero aún si hubiera aprendido a hacerse inmune a las emociones, es simplemente imposible que no se percatara de esta cruel jugarreta de la consciencia; mientras pensaba en esto una y otra vez vi una carta entre mi correspondencia habitual, pero estas no eran solamente deudas, tomé la carta, que rezaba el nombre del paciente, transcribiré ahora la carta tal y como fue redactada:
Agosto 2010
Mis cordiales saludos, tal vez te parezca extraño que yo, alguien casi desconocido te escriba para contarte lo que acontece en mi vida, pero si bien apenas y pudimos hablar un poco, noté que tú eras un poco parecido a mí, y que podías entender todas las sandeces que salían de mi desesperada boca, pues bien, debo anunciarte que tomé la decisión de escapar de la ciudad, de esos lugares repletos de sombras del pasado y del obscuro dolor que todo esto estaba causando en mi corazón, regresé a mi lugar de origen, aquí solo hay recuerdos de mi niñez, todo parece ser menos importante, todo fluye de una mejor manera, hasta me alegra un poco el tener un tiempo de descanso, o al menos pensaba que eso sanaría mi alma, pero me equivoqué doctor, si bien todos estos recuerdos de mi niñez ayudaron a que esto tan gris se tornará un poco azul, lo que es verdad es que me cuesta demasiado distinguir lo que es real de lo que no lo es, ¿y si esto es realmente vivir? Qué tal si yo perdí aquel engranaje o sistema en mi cerebro que permite que todas las demás personas puedan olvidar, que puedan seguir adelante con sus vidas, y estas cosas… estas imágenes, son realmente la representación de que no hay una realidad, ¿de que no existe tal cosa como el tiempo? Tal vez nosotros somos los hologramas, solo sombras moviéndose por destinos inciertos, por lugares que nos aseguramos como reales, si esto es vivir, si es así como seguirán siendo las cosas yo ya no puedo estar más aquí, necesito escapar, liberarme de estas ataduras, en fin, esto es una carta de despedida amigo mío, te deseo lo mejor, y espero que mi experiencia sirva para diagnosticar a otra persona que llegue con el mismo problema, suerte y que puedas vivir con tu pasado.
Baje entonces la carta y no pude evitar soltar unas cuantas lagrimas, no sé si compadecía a este hombre o solamente había causado en mí la impávida sensación de dudar de ti mismo, y de todo lo que sabes.
Quienes lean este documento, se preguntarán, ¿Cómo es que creí todo esto, sin siquiera tener una prueba como una fotografía o un vídeo, es bastante simple en realidad, hace ya un mes que veo a aquel hombre, apenas material, entrar a mi oficina y sentarse enfrente de mí, con los mismos ojos, pero sin decir una sola palabra, solo me mira fijamente con plena confianza de que soy solamente una sombra más de sus recuerdos, o tal vez, él es una sombra de mi mundo, creo que nunca lo sabré hasta que me libere de este mundo y pueda comprobar que esto es más que una enfermedad mental.
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